Consejos para una alimentación saludable en invierno
En invierno solemos incrementar el consumo de alimentos con muchas calorías. El frío, los días más cortos, nos invitan a hacer menos actividades en el exterior y al mismo tiempo, al estar en casa, comer cosas ricas siempre es una buena alternativa
Pero ¿Cómo podemos hacer para cuidar nuestro organismo y mantener una alimentación saludable a pesar del frío?
En esta nota todo lo hay que saber para pasar un invierno más sano.
¿Por qué comés más en invierno? Identificá las necesidades del cuerpo
Es cierto y está comprobado que nuestro cuerpo en invierno necesita más calorías.
Los días más cortos y sin tanto sol provocan en nuestro organismo más producción de la hormona melatonina (la del reloj biológico), que además de darnos más ganas de descansar, también hace que aumente la necesidad de calorías.
Al mismo tiempo el cuerpo, al tener frío, nos pide más comida para evitar sufrir algún grado de hipotermia. Solemos tener también una sensación de que pasamos mejor el frío cuando comemos algo rico y caliente.
Pero además de estos cambios orgánicos, en el invierno también aparecen otras emociones que nos llevan directo a comer:
- Estamos aburridos de estar adentro.
- Tenemos más tiempo porque no salimos a hacer ejercicio.
- Nos hace sentir bien cocinar nuestra propia comida.
- Muchas personas manifiestan sentimiento de soledad o nostalgia que al comer rico se sobrelleva mejor.
Mantener hábitos y cuidar las porciones: equilibrá tu alimentación
Si bien es cierto que con el frío el cuerpo nos pide calorías, también sabemos que si respetamos algunos hábitos y elegimos las comidas en porción adecuada, podemos comer rico, sin descuidar nuestra salud.
Respetar las cuatro comidas y controlar las porciones para evitar el picoteo constante
- Respetar las cuatro comidas: a pesar de que estamos más tiempo en casa y tal vez manejamos otros horarios, siempre es recomendable que respetemos las cuatro comidas: desayuno, almuerzo, merienda y cena. Si comemos bien en estos momentos claves, seguramente vamos a dejar de lado el picoteo constante.
- Controlar las porciones: una de las claves en el invierno es poder medir las porciones que vamos a comer. Ya que estamos ingiriendo alimentos más calóricos, para sentirnos más saciados, está bueno que compensemos la cantidad a consumir. No nos privemos de hacer una torta, pero tratemos de no terminarla toda de una sola vez.
Beber mucha agua: vital para mantener la temperatura corporal y una buena digestión en invierno
Cuando hablamos de hábitos saludables, la ingesta de agua es importantísima. Además de mantenernos hidratados, el agua nos va ayudar mucho a mantener nuestra temperatura corporal y a tener una buena digestión.
Aunque haga frío y pensemos que no es necesaria, el agua siempre es vital para nuestro sistema inmunitario y nos va ayudar a pasar un invierno saludable.
La actividad física como gran aliada: adaptando rutinas y buscando alternativas en interiores
Aunque el frío nos limite, no deberíamos dejar nuestras rutinas de ejercicios físicos. Podemos tal vez cambiar los horarios o buscar alternativas en interiores.
Priorizar alimentos de estación, evitar procesados, cocinar en casa:
Si estamos comiendo más calórico, pero mantenemos hábitos y controlamos cantidades, el invierno no va a ser tan difícil.
A su vez, también podemos darle prioridad a alimentos de estación, priorizar frutas y verduras y cocinar más en casa.
Elegir bien los alimentos: opciones saludables para mantener una dieta equilibrada en invierno
Que no se trate de comer menos, sino más bien de buscar los grupos de alimentos adecuados y los que posean vitaminas y minerales. Parece difícil comer verduras cuando hace frío, por ejemplo, pero hay muchas formas de prepararlas calientes.
Las sopas son una gran opción. Las proteínas de las carnes también son importantes, tal vez podemos darle más lugar al pescado y elegir las carnes que son bien magras. Los huevos y los lácteos, son grandes aliados para la alimentación del invierno. También son recomendables los alimentos de temporada como los frutos secos y el chocolate amargo.
Fortalece el sistema inmunológico con alimentos ricos en vitamina C
En invierno las frutas frescas son una gran elección. Nos va ayudar mucho aumentar el consumo de las que tienen vitamina C, como las naranjas, las mandarinas, los kiwis y las frutillas.
El morrón rojo, el repollo y el brócoli también contienen vitamina C. Estos productos suelen ser saludables, dar saciedad y son buenos para fortalecer el sistema inmune.
Lo que debemos evitar: comidas procesadas, exceso de sal, azúcar y harina en grandes cantidades
Hay tipos de alimentos que debemos evitar. Sin dudas, todas las comidas procesadas, el uso excesivo de sal y de azúcar, las bebidas azucaradas y la harina en grandes ingestas. Podemos hacer galletitas caseras con productos más saludables -como la avena por ejemplo- en lugar de comprar en la panadería.
Cocinar y tener prevención: beneficios de cocinar casero con productos frescos y planificar las comidas
Cocinar casero y con productos frescos nos va ayudar muchísimo a tener una dieta equilibrada en el invierno. Tener un calendario de comidas a preparar y buscar recetas fáciles, nos puede dar prevención y ayudar a que todos los platos sean más saludables. Guisos, terrinas, budines, son algunas ideas que suman verduras y a la vez también calorías.
Sin duda el invierno es una de las estaciones del año más complejas para llevar una dieta saludable. Si queremos sobrellevarlo, debemos escuchar a nuestro cuerpo.
Seguro vamos a necesitar más calorías, pero podemos incorporarlas de manera saludable. La clave: seguir hábitos, respetar horarios y porciones, elegir bien los alimentos, hidratarnos y complementar con ejercicio. ¡Cocinar en casa nos va a ayudar un montón!