Pantallas antes de dormir: ¿Por qué no son aconsejables?
Muchos acostumbramos a contestar mensajes desde la cama, otros miramos nuestra serie favorita antes de dormir. Estos hábitos no son aconsejables. En esta lista te contamos por qué.
Las pantallas y dispositivos electrónicos antes de dormir son un hábito muy frecuente. Miramos series para relajarnos o contestamos mensajes a última hora del día.
El celular, la tablet y a veces hasta la notebook, están en nuestras camas hasta el último minuto emitiendo luces y alterando nuestra postura. A pesar de que es una práctica muy común, no es para nada aconsejable.
Dificultades para conciliar el sueño, problemas posturales, de la vista, mal descanso, son algunas de las consecuencias. En está lista, las razones por las que deberíamos evitarlo:
Dificultades para conciliar el sueño o insomnio
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) después de la pandemia la población mundial con insomnio se incrementó un 25%. Es probable que dentro de las causas de este aumento el uso de los dispositivos electrónicos y la exposición a la luz de los mismos tenga bastante incidencia.
Es que la utilización de celulares, tablets o notebooks antes de dormir, nos dificulta la conciliación del sueño por las luces led que emiten.
¿Qué dicen los especialistas sobre la luz azul?
Según especialistas en el área, las denominadas luces azules de los dispositivos mantienen nuestro cerebro activo y eso hace que se retrase el momento de relajación, nos dificulta conciliar el sueño. Nos cambia el ciclo de sueño.
Al no permitirnos completar las horas de sueño indicadas, el uso de dispositivos durante la noche también nos va a traer consecuencias en el día a día: desconcentración, cansancio, problemas emocionales, obesidad, entre otras.
Problemas de postura y dolores por el uso de los dispositivos
El uso de dispositivos antes de acostarnos aumenta la posibilidad de tener alguna lesión por la mala postura. Las lesiones posturales también aumentaron en la pandemia, junto con el incremento del trabajo remoto.
Si nuestro cuerpo está con mala postura durante todo el día, seguir utilizando dispositivos en la noche aumentará esos problemas.
Según la Asociación de Kinesiólogos de la Provincia de Buenos Aires, se incrementaron mucho algunas enfermedades como: la rizartrosis del pulgar, la tendinitis, cervicalgias y dorsalgias. Todas relacionadas con el uso inadecuado de los dispositivos, sobre todo de los teléfonos móviles: abusamos de inclinar la cabeza, los tenemos mucho tiempo en la mano, nos ponemos en mala posición y estamos demasiadas horas del día frente a ellos.
Problemas de visión por el uso prolongado de pantallas
Las luces azules de los dispositivos electrónicos, además de la falta de sueño, también pueden traernos problemas en la visión, generalmente relacionados con el cansancio. Entre algunos de los que destaca la Academia Americana de Oftalmología se encuentran:
- Ojo seco
- Visión borrosa
- Lagrimeo u ojos llorosos
- Dolor de cabeza
Si los dispositivos los usamos desde temprana edad, también podría traernos problemas más graves como degeneración macular o miopía.
Mal descanso y complicaciones a futuro
Así como en los casos más extremos el uso de dispositivos antes de dormir puede producir insomnio o empeorarlo en aquellas personas que ya lo padecen, también pueden traernos alteraciones en el sueño o mal descanso.
Cuando nos disponemos a dormir el cerebro debe estar relajado. Si miramos el celular a la hora de conciliar el sueño, no podremos lograr esa relajación y nuestro cerebro continuará trabajando, cambiándonos así, los hábitos de sueño.
Un error muy común es dejar los dispositivos electrónicos cerca nuestro. Aunque no lo estemos mirando, e incluso ya hayamos conciliado el sueño, cualquier notificación que nos llegue cortará nuestro descanso.
Por eso es recomendable, además de no llevarlo a la cama, dejarlo apagado durante la noche, en modo vibrador o con las notificaciones silenciadas.
Sedentarismo y obesidad infantil por el uso inadecuado de dispositivos
El uso de dispositivos electrónicos en los niños también debe ser revisado por los adultos. La OMS ha alertado en varias oportunidades sobre el peligro de la sobreexposición y ha dado pautas claras del poco tiempo que los niños deben estar frente a los dispositivos electrónicos. Entre otras cosas, llama la atención sobre el sedentarismo y el sobrepeso y la obesidad.
Por un uso inadecuado de los dispositivos pueden darse, además: trastorno del sueño, problemas para dormir, miopía y alteraciones en la conducta de los niños.
Los niños no deberían usar dispositivos por más de una hora diaria y de ninguna manera previamente a conciliar el sueño. Los menores de 2 años no tendrían directamente que exponerse a ellas.
Uso excesivo de redes sociales
El uso de los dispositivos antes de dormir, no sólo nos pueden traer problemas físicos leves, como venimos enumerando en el listado.
Además de eso, nos puede producir una dependencia hacia los contenidos a los que accedemos desde los dispositivos.
El uso inadecuado y excesivo de las redes sociales antes de dormir, por ejemplo, nos pueden traer dificultades de salud física y mental.
Sensaciones de ansiedad, angustia, por lo que vemos o leemos, nos van a hacer más difícil la conciliación del sueño y se va a incrementar en aquellas personas que ya padecen insomnio o problemas para dormir.
Estos hábitos se acrecientan aún más en los adolescentes. Deberíamos hablar mucho con ellos sobre el uso adecuado de redes y de los dispositivos electrónicos.
Consejos para disminuir el impacto de los dispositivos en el cuerpo
Repasando la lista, seguramente vamos a reconocer que a veces nos aquejan algunos dolores o malestares que no sabíamos a qué atribuirlos.
Parece un hábito difícil de cambiar, muchos tal vez aún no estamos preparados para alejar nuestros dispositivos de la cama.
Sin embargo, podemos tomar algunas medidas que nos va a ayudar a que el impacto no sea tan negativo:
- Desconectarnos de los dispositivos al menos una hora antes de dormir
- Mantener una distancia prudencial con respecto a la pantalla.
- Ponerlos a la altura de los ojos. Que la vista no tenga que esforzarse, ni para arriba, ni para abajo.
- Disminuir el resplandor y brillo de los dispositivos
- Utilizar el “modo oscuro” de las aplicaciones.
- Usar anteojos si los necesitamos, evitar los lentes de contacto para mirar dispositivos.
- Dejarlos apagados cuando nos dormimos o mantener las notificaciones silenciadas.