Sustentabilidad
- 22 April, 2025

La Tierra al límite: soluciones simples para reducir tu huella ambiental 

Cuidar nuestro planeta es una decisión urgente y en la que todos tenemos que ser protagonistas. 

No sólo se trata de preservar los ecosistemas para las generaciones futuras, sino también de mejorar nuestra calidad de vida hoy. 

Conocé en esta nota cómo cuidar de lo más importante con pequeñas acciones cotidianas. ¡Reducir tu huella ambiental es posible!  

¿Por qué la tierra está al límite?

El impacto de nuestras acciones dejaron al planeta al borde de su capacidad

El consumo desmedido, la degradación ambiental y el mal uso de los recursos naturales, son algunos de los factores que nos llevaron hasta acá. 

Las consecuencias más graves están relacionadas con el cambio climático: temperaturas más cálidas, cambios en los procesos de lluvia, inundaciones y sequías, entre otras. 

Algunas datos que nos tienen que poner en acción:

-La biodiversidad ha disminuido en un 68% desde 1970

-La temperatura global ha aumentado desproporcionadamente en las últimas décadas.

-El nivel del mar ha subido 178 mm desde 1900 y aumenta 3,4 mm al año

-La Antártida pierde 151.000 millones de toneladas de hielo al año

¿Estamos a tiempo?, la respuesta es sí! y aunque es un trabajo de todos, algunas soluciones simples del día a día pueden reducir tu huella ambiental. 

El impacto de pequeños cambios diarios 

Aunque parezca  poco, algunos cambios simples de tu vida diaria pueden ser un gran primer paso. 

-Decisiones de consumo: 

Usá productos con menos embalaje o con paquetes y recipientes que puedan reutilizarse. 

Llevá tu propia bolsa en el momento de hacer las compras. 

Elegí esas marcas que trabajan por la sustentabilidad o alineadas con el cuidado del medio ambiente. 

Consumí frutas y verduras orgánicas, generalmente no usan fertilizantes, ni otros productos contaminantes. 

-Separá residuos, reciclá, reutilizá:  

Una de las principales causas de la huella ambiental son los residuos que desechamos a diario. 

Separá los desechos orgánicos (alimentos), de los no orgánicos (papeles, plásticos) para que estos últimos puedan tener un segundo uso. 

Reutilizá envases y cartones. Doná plásticos a fundaciones que los reciclan y convierten en nuevos productos. 

Evitá la utilización de plásticos de un solo uso. 

No desperdicies comida. Los desechos orgánicos muchas veces pueden ser utilizados como abono.

Energía y eficiencia en casa 

Optimizar el consumo energético en el día a día también puede ser una buena forma de reducir tu huella ambiental: 

-Aprovechá la luz solar: 

Mantené abiertas persianas y cortinas, para aprovechar al máximo la luz del día. 

Las ventanas abiertas también pueden renovar el aire los días en los que el calor no es tan intenso, sin necesidad de prender ventiladores o el aire acondicionados.

-Economizá el gasto de energía 

Si cambiás las luces de tu casa por bombillas led, no sólo vas a contribuir al cuidado del medio ambiente, sino que también vas a economizar el gasto de energía. 

-Desenchufá cargadores 

Dejá todos los artefactos electrónicos desenchufados en los momentos en que no los usás. Y apagá las luces  cuando te vas de los ambientes. 

No sobrecargues zapatillas y desenchufá los cargadores de teléfonos y tablets. 

El poder del agua 

Cuidar el consumo del agua es algo que también podés implementar en tu rutina.

Simples hábitos como cerrar la canilla mientras lavás los platos o cuando te lavás los dientes, optimizar el uso en el jardín,  o recolectar agua de lluvia pueden marcar la diferencia. También podés hacer más cortas tus duchas. 

Cuidados en la casa: 

Controlá que en tus canillas no haya filtraciones. Usá el consumo normal estimado por fábrica,  en artefactos como lavarropas o lavaplatos. 

Acción colectiva y conciencia ambiental

Empezar a cambiar pequeñas rutinas te va a ayudar a tomar conciencia. Además, podés transmitir hábitos responsables a tu familia y amigos. 

Tus pequeñas decisiones personales pueden potenciarse, incluso, a nivel comunitario: desde participar en iniciativas barriales, locales, de fundaciones,  o llevarlas al ámbito laboral o del estudio.   

Cuidar la Tierra es cuidar nuestra propia calidad de vida. Cada acción, por pequeña que sea, te ayuda a cuidar lo más importante y suma en la construcción de un entorno más sostenible y equilibrado.